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Como cuidador de un ser querido anciano, tus días son largos y llenos de responsabilidades. Cuidarte a ti mismo está al final de la lista, y se queda allí. Puede que te sientas agotado, letárgico y como si estuvieras quemando la vela por ambos extremos. Estos son algunos de los síntomas del estrés y agotamiento del cuidador, y debes prestarles mucha atención. Si caes en un agotamiento total, esto impactará significativamente tu capacidad para cuidar a tu ser querido.

El 46% de los cuidadores sufren de depresión, solo uno de los signos del agotamiento del cuidador. Otros incluyen:

  • Tienes mucha menos energía de la que solías tener.
  • Estás constantemente enfermo y agotado.
  • Estás constantemente exhausto a pesar de dormir por la noche.
  • Descuidas tus propias necesidades porque estás demasiado ocupado o ya no te importa.
  • Cuidar se ha convertido en una fuente de ansiedad y te da poca satisfacción.
  • Eres cada vez más impaciente e irritable con la persona a la que cuidas.
  • Te sientes impotente y desesperanzado.

Hay maneras de abordar estos sentimientos y recuperar tu energía con estrategias simples y de sentido común. Si estás sufriendo de agotamiento, algunas de estas sugerencias pueden parecer imposibles de llevar a cabo. Realmente no tienes otra opción; ignorar el agotamiento es arriesgar tu capacidad de cuidar a tu ser querido.

  1. Ve a un doctor: Haz una cita con tu médico de atención primaria. Puede haber causas subyacentes para tu fatiga y malestar, como presión arterial alta o baja, o azúcar en la sangre alta o baja. Tu médico puede ayudarte a volver a encaminarte hacia una buena salud.
  2. Haz ejercicio un poco cada día: No necesitas ir al gimnasio. Camina por el jardín. Trota de un lado a otro del camino de entrada. Pon música y baila dentro de la casa. Moverte aumentará la cantidad de oxígeno en tu corazón, pulmones y cerebro, y te ayudará a sentirte mejor de inmediato. Cuando las personas mayores hacen ejercicio regularmente e incorporan el acondicionamiento físico en sus rutinas diarias, aumentan sus niveles de energía y ayudan a combatir la fatiga.
  3. Aprende a meditar: Esto no significa que tengas que ir a un retiro en la cima de una montaña. Significa que encuentres un lugar tranquilo todos los días durante 5 o 10 minutos para la reflexión tranquila y la respiración profunda. Cuando tu ser querido tome una siesta, siéntate en una silla y practica la respiración profunda para relajarte. Encuentra una práctica de Yoga para principiantes en DVD, en línea o a través de un servicio de televisión. El yoga relajará tus músculos, tu mente y mejorará tus niveles de energía.
  4. Come bien para tener más energía: Alimenta tu cuerpo con alimentos saludables que te den energía. Frutas frescas, verduras, granos enteros, frijoles, proteínas magras y grasas saludables como nueces y aceite de oliva te proporcionarán energía constante.
  5. Duerme bien por la noche: Usar las horas en que deberías estar durmiendo para otras tareas en realidad te dará resultados decrecientes. Necesitas 8 horas de sueño por noche. Cuando duermes menos, tu estado de ánimo, energía, productividad y capacidad para manejar el estrés se verán afectados.

Los cuidadores pasan la mayor parte de su tiempo cuidando a nuestros seres queridos, creando así una apertura para el estrés, la fatiga y los colapsos. Prevenir el agotamiento del cuidador se puede lograr con tacto y preparación; además, Home Care Assistance también ofrece cuidado de relevo para apoyar y mitigar este desafortunado fenómeno.

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